¡Hola tribu Unlimited!
En ésta ocasión te contamos cómo es que los mexicanos celebramos a nuestros difuntos.
Desde finales de octubre y hasta el 2 de noviembre, México se llena de altares, catrinas y ofrendas en las que los muertos son bienvenidos y venerados. El Día de Muertos es una de las festividades más importantes del país, tiene su origen hace más de 500 años, en la unión de tradiciones de la cultura prehispánica con la católica. En ella se celebra el retorno transitorio a la Tierra de los familiares y seres queridos fallecidos, quienes cruzan el Mictlán para estar con los mortales.
El Día de los Muertos se lleva a cabo en México los días 1° y 2 de noviembre de cada año. Esta fiesta nacional marca el regreso temporal a la tierra de los seres queridos fallecidos. Desde 2003 figura en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad establecida por la UNESCO. Da lugar a celebraciones públicas coloridas y festivas, pero también a momentos de íntima meditación: cada vivienda incluye un altar decorado con ofrendas y se hace un camino de pétalos de flor de cempasúchil para representar la senda que deben tomar las almas para llegar al altar.
En México, las tradiciones de esta celebración incluyen visitar a los seres queridos que ya partieron en los cementerios y preparar altares con alimentos, veladoras, incienso, fotografías y flores para recordarlos. Es solo durante estos días que las almas de los seres queridos pueden volver del más allá para estar cerca de los suyos.
¿Qué tiene un altar de muertos?
Un altar de muertos está conformado por una gran variedad de objetos, algunos tradicionales y otros personales para los difuntos. Entre los elementos necesarios están veladoras, inciensos, sal, calaveras de dulce, pan de muerto, papel picado y flores de cempasúchil. Además, se colocan objetos personales, comida que disfrutaba en vida, algún licor, o incluso algún juguete o dulce si se trata de un niño.